El sufrimiento lo produce la mente: haz silencio
“Los cimientos correctos se colocan en el nivel verbal del conocimiento, del encuentro personal y directo con los hechos psicológicos descritos por el conocimiento verbal en el proceso de la observación. Luego, con un sentido de no apego y de no identificación frente a estos condicionamientos cultivados e individualizados, lo suspendemos y asumimos el riesgo de permanecer en el vacío del silencio.
Del conocimiento a la comprensión (la observación, de hecho, conduce a la comprensión), y de la comprensión a la estimulación de una nueva energía llamada energía del discernimiento, que no tiene centro, ni pasado, no tiene condicionamientos ni forma. Energía del discernimiento o energía de la inteligencia, como alguno la ha llamado.
La dimensión del silencio, en la que obra esta energía impersonal, la energía no individualizada del discernimiento, de la inteligencia, no se puede introducir en un esquema, en un modus operandi, no puede introducirse en ningún sistema, método o técnica. Desafía todos los cálculos humanos, lógicos o matemáticos. Posee su propio ritmo. Hemos de vivir en la desnudez del silencio, en la desnudez de la consciencia llamada vacuidad o silencio, y vivir las relaciones cotidianas en el seno de esa dimensión”.
Vimala Thakar
Pilgrimage Within (El peregrinaje interior), Traducido por A.G. Galiano, Revista Viveka, Madrid
